TALAYUELA. Inserta en un extenso término municipal que limita al norte con el río Tiétar, la localidad de Talayuela se extiende en un terreno llano con suelos profundos y fértiles. Su población ha adquirido durante las últimas décadas un importante desarrollo a partir de la industria agraria, basada en la producción tabaquera y frutícola de la Vegas del Tiétar. Este rápido crecimiento económico ha transformado ha transformado el casco urbano, desfigurando su arquitectura doméstica más tradicional.
Nuestro interés se ha de centrar por tanto en la iglesia parroquial de San Martín, su monumento más destacado. Es una construcción del siglo XVI, que fue finalizada, según la documentación en el 1574. La caja de muros se realizó, a base de mampostería, con sillares graníticos de refuerzo en contrafuertes y ángulos. Y envuelve una única nave de cuatro tramos divididos por arco fajones de medio punto y cubiertos mediante bóveda de crucería con plementos de ladrillo pintado. La cabecera, de testero recto, presenta el mismo tipo de remate. Posee igualmente coro elevado a los pies. Al exterior destaca la torre, adosado junto al presbiterio en su lado meridional. Consta de un primer cuerpo al que posteriormente se añadiría un segundo, de menor anchura, que alberga la maquinaria del reloj. Su única portada se abre al mismo costado, con sencillo arco de medio punto en contrafuerte.
